viernes, 30 de diciembre de 2011

Amantes del odio


        Se enorgullecen de su actitud negativa, creyendo que los hace ser “diferentes”, emitiendo mensajes cargados de insolencia, en pro de una bizarra manera de resaltar o ser catalogados como “originales”, aquellos que dicen estar “en contra del sistema” (casi siempre es sólo cuando les conviene), son esas personas que les da cierta satisfacción despotricar de lo que los demás disfrutan, a costillas de una falsa “rebeldía”, también conocidos como “haters”.

            Bien sabido es aquello de que “entre gustos y colores, no han escrito los autores”, pero eso no quiere decir que por el hecho de que te guste o no algo, tienes que condenar a los que piensan distinto a ti. Por ejemplo, en las festividades navideñas, muchos se desbordan en buenos deseos y emoción, sea cual sea la razón por la que le encanta la época decembrina, quizás encuentren placer en hacer infinitas colas, hasta para usar las escaleras mecánicas de los abarrotados centros comerciales.

El punto es que he notado que no pueden faltar aquellos que digan “qué fastidio estas fechas”, “para mí la navidad no existe”, “tan equis la navidad”, o “¿hasta cuándo con los buenos deseos?”, entre otros, más ácidos que esos. ¡Perfecto!, se les respeta y sus razones tendrán, pero el problema está cuando en realidad ni ellos mismos se creen lo que está diciendo, sólo a la espera de unos cuantos borregos que den clic en “me gusta”, o les den unos cuantos “retweets”, lo que automáticamente les quita la etiqueta de “original”; y luego los verás como todos los demás, celebrando, regalando, reenviando mensajes navideños, bebiendo, estrenando, ¡Cómo debe ser!

            Y  no se los reprocho, pero entonces ¿para qué tomarse la molestia de enviar tanta vibración negativa, si después estarán haciendo lo que tanto critican?. Por otro lado, siempre que lamentablemente fallece una persona conocida por la masa, en medio de comentarios de condolencias, no falta aquel que diga “tantos muertos todos los días y la gente no dice nada, pero como se muere un famoso ahora todo el mundo llora”, ¡Buen punto!, ahora pregunto ¿Acaso ellos se la pasan todos los días en la morgue, dándole el pésame a todo el que esté a la espera de un difunto familiar o amigo?, no lo creo, así que la simple acotación es hipócrita.

            Más aún cuando, si el famoso fallecido era de su agrado, al parecer ahí si no aplica esa regla, por ese si es “permitido” sentir pesar. Se olvidan de algo llamado “empatía”, un sentimiento que pueden tener las personas por otras, así no las hayan conocido personalmente, como generalmente ocurre con las figuras públicas, y tan sencillo como que deben respetar la individualidad de cada quien, así como ellos tanto claman tenerla, pero son “tan originales”, que sobran los que quieren “ser diferentes”, llevándole la contraria a los demás, así no tengan una razón aparente, ¡Sólo porque si!

            Es que realmente me cuesta entender cómo se soportan a sí mismos con tanto resentimiento, cuando todo lo que pasa a su alrededor les molesta, o todas las personas les parecen estúpidas por lo que opinan en las redes sociales, ¿para qué las leen?, por ejemplo en la página de inicio del twitter, aparece la pregunta “¿Qué está pasando?”, entonces, si ocurre algún hecho como un temblor, o un accidente, o cualquier eventualidad y las personas recurren a esta herramienta para dar detalles, si los tienen, o simplemente opinar, siempre aparecerá un “amante del odio” diciendo “¡no puede pasar nada sin que la gente lo diga por aquí!”; y ¿tú no estás haciendo exactamente lo mismo?, te irritas y lo dejas saber públicamente, ¿cuál es la diferencia entre esa opinión y cualquier otra?, de ser por ellos, cada vez que se entre a la red, al ver la pregunta de “¿Qué está pasando?”, nos tocará colocar “nada porque si me uno a hablar de los temas mundiales, me convertiré en un borrego del sistema”, sería absurdo ¿no creen?, borrego aquel que calla o habla de acuerdo a lo que puedan pensar los demás.

            A fin de cuentas me parece una pérdida de tiempo, gastar energía sólo monitoreando lo que los demás hacen o dicen para criticarlos y juzgarlos por ello, ¿quiénes se creen?, ¿quién les dio ese poder?, ¿en qué son mejores?, ¿sólo sus opiniones son válidas?, ¿sólo sus gustos son aceptables?, creo que es una demostración más de la pérdida de respeto y consideración hacia la personalidad de cada quien, deberían vivir más y odiar y sufrir menos por los pensamientos ajenos, ¿quieres ser diferente? ¡Ten tolerancia!, a menos que les de miedo que quizás cambiando ustedes y aceptando la diversidad existente, ya no tengan nada qué decir, ¿Será?.

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