lunes, 11 de octubre de 2010

Cuando buscar empleo te da trabajo


           Luego de terminar mi primera carrera, cuando desapareció esa zona de confort llamada “pasantías” y me encontré con que los requisitos para el noventa por ciento (por no decir cien) de las ofertas laborales de mi área, publicidad, eran los siguientes: tener 25 años, 8 años de experiencia en cargos similares (si, es contradictorio, alguien joven pero con casi una década de experiencia ¡suerte con eso!), y carro del año, de  más está decir que alguien graduada de publicista a los 19 años, quien como experiencia acumulada tenía los tres meses de las pasantías en una empresa de publicidad exterior donde tenía más qué hacer un diseñador gráfico y cuyo medio de transporte tiene alrededor de treinta años, lo comparte con aproximadamente otras 25 personas más, y encima de todo eso tiene que pagar para poder usarlo, ¿ya saben a qué me refiero no?, no tenía esperanza alguna de ser tomada en cuenta para un proceso de selección de esas características.

           Sin embargo, siempre determinante con mis metas, que además de conseguir un empleo en el mundo de la publicidad, para lo cual estudié, incluía ir por la que consideraba (y considero) mi destino, el periodismo, carrera que dejé de segunda por mi extraña manía de hacer las cosas de menor a mayor, primero la corta y luego la larga (si algunos caminan por baldosas con cuidado de pisar las líneas entre unas y otras, yo hago las cosas por “orden de tamaño”). Recuerdo que me dije “tranquila…estas cosas no pasan con una comunicadora social…de hecho siempre te contratan al terminar las prácticas profesionales”; y se podría decir que pequé de ingenua.


            En ese ínterin no perdí la esperanza de encontrar algo, de hecho no paré de hacer cuanto curso, taller, foro o congreso que pusiera mi currículo más “pesado”, atendiendo aquello de que las personas mientras más se preparan más oportunidades tienen de conseguir empleo, algo así como cuando las loterías te animan a comprar varios tickets porque así “tienes más chance de ganar”. Pero, al contrario de lo que yo esperaba me encontré fue con mucha gente que al parecer sienten una especie de satisfacción o poder porque ellos tienen el puesto donde harán lo posible porque ni le llegues cerca, recibiendo tu resumen curricular con cara de “estoy haciendo mucho con tomarlo de tus manos”.

           Al llegar a la etapa de “sólo quiero trabajar”, buscas en sitios donde sabes que estás sobre capacitada, pero precisamente por eso tu fe crece, ya que piensas que es mucho más seguro que te llamen. Se dan ocasiones en las que aciertas (excepto cuando descubres que estás en medio de una reunión para vender ollas), y realmente logras esa ansiada llamada, la cual pasas satisfactoriamente al responder con buen verbo la pregunta que en estos casos saldrá casi de manera obligatoria “¿Por qué quieres trabajar con nosotros si estamos buscando bachilleres o estudiantes no profesionales?”, le das una explicación que no deje entrever que estás ahí sólo de paso, para no sentirte una completa inútil mantenida o demente por estar todo el día en tu casa.

           Así, terminarás siendo la subalterna de alguien que no sabe ni escribir su propio nombre, quien lo más cerca que estuvo de un cuaderno fue para anotar el día que llegaste tarde porque perdiste el autobús; de hecho en mi caso (trabajé en una conocida franquicia de farmacias), me tocaba hasta decir con cuánto dinero entraba y contarlos otra vez antes de salir, con la evidente razón de asegurarse de que no te robaras las ganancias del negocio, tener todos tus movimientos filmados por cámaras de seguridad que funcionaban mejor para saber a quién saludaste al llegar y no cuando los delincuentes de los barrios aledaños se robaban los productos; pero te tragas tu frustración con un efectivo aliciente, tendrás tu muy merecido quince y último.

          Trabajos como ése (imposible llamarlo empleo), le siguieron otros, más o menos del mismo estilo, hasta que finalmente llegó el momento de hacer aquello para lo que me preparé por casi cinco años, me dispuse a buscar en sitios donde, según los comentarios, existían más posibilidades de obtener un contrato que logre estabilizar de una vez por todas tu vida profesional.

         Cuál fue mi sorpresa que después de ser pasante (por segunda vez) en tres lugares diferentes, regresas al punto de partida, reencontrándote con esas recepcionistas que te hacen esperar horas con cara burlona (al parecer creen que el buscar empleo les da luz verde para humillarte) para que cuando al fin le puedes entregar tu hoja de vida lo lanzan en el primer hueco que se consiguen y no podría olvidar a aquellos vigilantes, quienes haciendo las veces de analistas de recursos humanos de mal gusto, te cortan el paso apenas llegas a la puerta del lugar donde quieres aplicar, porque la entrada es “sólo para empleados”.

          A pesar de todo esto, que puede llegar a ser realmente frustrante, mantengo como mantra aquello de que “el que persevera…vence”; y es que peor sería dejarme convencer de que tanta lucha no vale la pena, eso sí sería una derrota, pero algo que nadie me podrá negar jamás es que en estos días buscar empleo…¡te da trabajo!.

6 comentarios:

  1. Totalmente cierto amiga en estos dias el conseguir empleo cada vez es mas dificil!!! muy bueno el taconazo de esta semana

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  2. Aaayy amiga, que bueno el taconazo de esta semana! Creeme que entiendo todo lo de nos dices, pues pasé por todo eso y más! Y lo más frustrante es que autorizan a recibir hojas de vida a vigilantes o recepcionistas cuya única tarea es apretar un botón para abrir la puerta =/ Dime tú! Cada quien tiene su puesto en la vida, no es por subestimar a cada individuo, pero tampoco es colocar a gente poco calificada a desempeñar una labor tan importante.

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  3. jajajaja Lo de la franquicia de farmacias me hizo reir! Muy bueno, no había pasado por aquí. y comparto totalmente tu punto. :) fuck yeah! keep goin'!

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  4. Es algo que pasa frecuentemente justo estoy pasando por eso y realmente te bajonea ya que la calle esta dura pero seguir estudiando hasta lograr tu objetivo trabajar

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  5. Es algo que pasa frecuentemente justo estoy pasando por eso y realmente te bajonea ya que la calle esta dura pero seguir estudiando hasta lograr tu objetivo trabajar

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