domingo, 24 de abril de 2011

Karma en cuatro ruedas


¿No han sentido alguna vez que están en un lugar donde no cuadran, como que si no pertenecen ahí?, como creo se sentiría un rockero en un concierto de vallenato. Exactamente así me siento yo al usar el transporte público, es una especie de castigo cruel por algún pecado y me toca pagarlo con todo el peso de un karma. Es la combinación de todas las cosas más desagradables de este mundo, puedes encontrar toda una variedad de razones para odiar a este mal necesario:
·         Siempre hay alguien cuya higiene personal es bastante cuestionable, probablemente eres de los que atraen todo lo que no les gusta, así que no te sorprendas si se te sienta al lado.

·         No sólo se transportan personas, sino sus gérmenes, porque a algunos no les enseñaron a taparse la boca al estornudar o toser (la brisa caliente con olor a saliva seca que pasará cerca de tu nuca, no es la mejor forma de comenzar ni de terminar un día de completo estrés), ni les dijeron cuán desagradable es jugar con sus secreciones nasales y el dejarlos estampados en los tubos que sirven para no caerte cuando el chofer compita con uno de sus “colegas”.

martes, 5 de abril de 2011

La vorágine de una desgracia musical


“Por delante por detrás, por delante por detrás, por delante por detrás pa que te duela (...) Y si ella se porta mal, dale con el látigo, se sigue portando mal, dale con el látigo, y si ella se porta mal, dale con el látigo (…) Vamos a mi casa a terminar de pisar si me pides mas yo te doy más. Minuto a minuto te voy a sudar porque con el látigo te voy a dar.”
¡No!, no es que esté teniendo un apasionado romance con un convicto, tampoco es el extracto de una carta amenazante de algún acosador, ni menos la descripción de una sentencia de la edad media y por mucho que parezca familiar tampoco es el diálogo de dos policías tratando de controlar una manifestación. Ese párrafo no es otra cosa sino la prueba de la decadencia existente en los llamados géneros musicales populares, específicamente el “reggaetón”, es hasta difícil pensar que es una canción, pero se supone que eso es.