viernes, 30 de diciembre de 2011

Amantes del odio


        Se enorgullecen de su actitud negativa, creyendo que los hace ser “diferentes”, emitiendo mensajes cargados de insolencia, en pro de una bizarra manera de resaltar o ser catalogados como “originales”, aquellos que dicen estar “en contra del sistema” (casi siempre es sólo cuando les conviene), son esas personas que les da cierta satisfacción despotricar de lo que los demás disfrutan, a costillas de una falsa “rebeldía”, también conocidos como “haters”.

            Bien sabido es aquello de que “entre gustos y colores, no han escrito los autores”, pero eso no quiere decir que por el hecho de que te guste o no algo, tienes que condenar a los que piensan distinto a ti. Por ejemplo, en las festividades navideñas, muchos se desbordan en buenos deseos y emoción, sea cual sea la razón por la que le encanta la época decembrina, quizás encuentren placer en hacer infinitas colas, hasta para usar las escaleras mecánicas de los abarrotados centros comerciales.

sábado, 5 de noviembre de 2011

Gerente por accidente


Cuando estaba pequeña, mi mamá siempre me decía una y otra vez “estudia, porque el que más estudia, es el que más gana y el que menos trabaja”; no sé de dónde sacó esa frase, pero de alguna manera logró calarla en mi mente, tanto así que con cada graduación, ya tengo en mente el siguiente estudio a realizar. Sin embargo, la realidad me ha dado trompadas, no culpo a mi mamá porque su profecía, además de no ser cierta, cae en el descaro de ser todo lo contrario, de hecho culpo a la sociedad (si, vamos a culparla de eso también), que se ha vuelto cómplice de la mediocridad.
            Una vez que pisas el terreno laboral, te das cuentas de las inconsistencias y hasta injusticias que se suscitan en él. No digo que no sea válido que la gente crezca en una empresa, partiendo desde un puesto base, hasta llegar a uno gerencial, pero no se justifica que eso, vaya en detrimento de la preparación académica.

jueves, 11 de agosto de 2011

Presiones embarazosas

           No sé si soy una feminista extremista, que clama por la igualdad de género y el derecho de la mujer a elegir lo que es mejor para ella sin ningún tipo de prejuicios, o presiones externas, por supuestos patrones establecidos por quién sabe quién, (¿será  que caigo en el cliché de llamarlo “sociedad”?), pero la verdad es que pensaba que aquello de que el único propósito de nuestra existencia, o la única meta “permitida” para nosotras es reproducirnos, había quedado en el pasado, apoyado en el hecho de que cada vez es más tardía, en edad, el momento en que algunas deciden ser madres.

No juzgo en lo absoluto a quienes ya gozan de esa etapa, que lógicamente toda mujer quiere experimentar, puesto que somos las privilegiadas con el don de traer vida a este mundo. Pero por lo visto, todavía queda una gran cantidad de retrógradas esparcidas por todos lados, quienes sí no tienen reparo alguno en juzgar, empeñadas en hacerle la vida miserable a aquellas que han estado más ocupadas tratando de crecer primero como individuos, aplazando ese momento para cuando realmente se sientan preparadas no sólo para ello, sino también en otros aspectos.

domingo, 19 de junio de 2011

Padres: muchos en cantidad…pocos en calidad

Gracias a varios, podría llamarlos, “impasses” con diversas personas en cuanto a las diferencias de “ser papá” y “ser padre”, decidí ser lo más objetiva posible y buscar sus definiciones en el diccionario, encontrándome con que hasta la Real Academia Española, sabe que el hecho de engendrar a otro ser humano, no te califica como un “padre”.
Para empezar lo diferencian de la siguiente manera: “padre”, hombre o animal macho, que ha engendrado algún hijo, debo decir que eso de “animal”, cala perfectamente en muchos casos; mientras que “padre de familia”, es la cabeza de ésta ante la ley, quedando “papá”, como el calificativo que le dan los hijos a su progenitor. A lo que quiero llegar con esto es que el mismo diccionario apunta a que sólo engendra, no dice en ninguna parte que cría o educa o ama a sus hijos, siendo para mí una indirecta de lo que es la realidad actual.

domingo, 22 de mayo de 2011

Confabulación cósmica

Dicen por ahí “piensa lo bueno y se te dará”, odio ser pesimista, pero creo que hacerlo no siempre es muy efectivo, de hecho parece más bien un "piensa algo que se te dará lo contrario"; y no me refiero a ningún tipo de superstición; pero, que alguien me explique a qué se debe, por ejemplo, que después de gastar una sustanciosa cantidad de dinero en la peluquería, apenas sales del lugar, se desata una tempestad digna de usar un arca, donde lo más seguro es que no cargues un paraguas, puesto que cuando saliste de casa reinaba un sol radiante.
            Basta que uses una prenda blanca para que alguien te tropiece con una barquilla en la calle, o un chofer le parezca cómico acelerar al pasar por el charco cerca de donde tú te encuentras para bañarte con agua sucia, o tu torpeza decida tomar las riendas del día y comiences a derramarte todo lo que comes y bebes encima; o el día que saliste “al natural”, porque tu mamá no podía esperar que te maquillaras y no pudiste alisarte el cabello, ya que se te quemó la plancha, te encontrarás a tu ex con su nueva novia, dándole el material ideal para que “la nueva” diga con toda la satisfacción del mundo “¿Y tú salías con esa?, ni siquiera se arregla”.

domingo, 24 de abril de 2011

Karma en cuatro ruedas


¿No han sentido alguna vez que están en un lugar donde no cuadran, como que si no pertenecen ahí?, como creo se sentiría un rockero en un concierto de vallenato. Exactamente así me siento yo al usar el transporte público, es una especie de castigo cruel por algún pecado y me toca pagarlo con todo el peso de un karma. Es la combinación de todas las cosas más desagradables de este mundo, puedes encontrar toda una variedad de razones para odiar a este mal necesario:
·         Siempre hay alguien cuya higiene personal es bastante cuestionable, probablemente eres de los que atraen todo lo que no les gusta, así que no te sorprendas si se te sienta al lado.

·         No sólo se transportan personas, sino sus gérmenes, porque a algunos no les enseñaron a taparse la boca al estornudar o toser (la brisa caliente con olor a saliva seca que pasará cerca de tu nuca, no es la mejor forma de comenzar ni de terminar un día de completo estrés), ni les dijeron cuán desagradable es jugar con sus secreciones nasales y el dejarlos estampados en los tubos que sirven para no caerte cuando el chofer compita con uno de sus “colegas”.

martes, 5 de abril de 2011

La vorágine de una desgracia musical


“Por delante por detrás, por delante por detrás, por delante por detrás pa que te duela (...) Y si ella se porta mal, dale con el látigo, se sigue portando mal, dale con el látigo, y si ella se porta mal, dale con el látigo (…) Vamos a mi casa a terminar de pisar si me pides mas yo te doy más. Minuto a minuto te voy a sudar porque con el látigo te voy a dar.”
¡No!, no es que esté teniendo un apasionado romance con un convicto, tampoco es el extracto de una carta amenazante de algún acosador, ni menos la descripción de una sentencia de la edad media y por mucho que parezca familiar tampoco es el diálogo de dos policías tratando de controlar una manifestación. Ese párrafo no es otra cosa sino la prueba de la decadencia existente en los llamados géneros musicales populares, específicamente el “reggaetón”, es hasta difícil pensar que es una canción, pero se supone que eso es.

lunes, 28 de marzo de 2011

Cuando los padres se vuelven hijos

Cierta vez leí una frase que decía “una madre puede mantener a cinco hijos, pero cinco hijos no pueden mantener a una madre”, me impactó por la certeza irrefutable en medio de su simplicidad. Es triste, cuando pienso en que su veracidad se pone de manifiesto en el sólo hecho de que los ancianatos  y “casas de retiro” existan. Personas que llegaron a tener más de cinco hijos, pero quizás sólo dos o uno se ocupan de ellos al llegar al ocaso de sus vidas, irónico resulta pues al recordar que no crío sólo a esos dos. Siempre habrá excusas, y es que está claro que cada uno de ellos seguro formó su propia familia, pero no por eso pierden su título de “hijo” y todas las responsabilidades que ello conlleva una vez que nuestros padres pasan a ser lo que necesitan de cuidados.
Fácil es hacer una llamada telefónica una vez al día, a la semana o hasta al mes, pero así no se llena un vacío que de seguro lleva adentro su progenitor (a), a través de un teléfono no se le da un vaso con agua para que se tome la pastilla que le toca a esa hora, con una llamada no le ayudas a pararse cuando quiere ir al baño, con sólo preguntar a distancia “¿cómo sigues?” no cooperas en su proceso de recuperación de alguna de sus dolencias propias de la edad.

lunes, 21 de marzo de 2011

Exorbitante adulación

         Existen decenas de dichos acerca del interés y las personas que no pueden evitar interponerlo en sus relaciones con los demás, son obvias las razones para que esto suceda, el esperar obtener algo a cambio a corto, mediano o largo plazo, como si el tiempo compartido con ellos viene con precio marcado, más cuotas de pago. Sus clasificaciones varían, dependiendo de la situación que los rodee y del elemento que desean conseguir, es por ello que me parece pertinente categorizarlas por dichos elementos, como ya he hecho en artículos anteriores, a modo de guía de reconocimiento.
Dinero: El más común, en especial en las relaciones de pareja, aquellas o aquellos que se buscan a una media naranja que les sirva de cajero automático, inmobiliaria y concesionario; la facilidad que otro te proporcione todo lo que anhelas al parecer es una opción tentadora para algunos. En cuanto a las “amistades”, entran en este lote aquellos que se buscan amigos con dinero, a los cuales él sabe que puede pedirle para cualquier situación (nunca son realmente importantes), no le dirán que no; eso si estos a su vez son desprendidos, casi siempre dependerá de la cantidad y frecuencia con la que el interesado les llene de halagos el ego, de no ser por ello, no creo que logre mucho. Casi siempre se reconoce porque a sus amigos menos favorecidos económicamente no los enarbola con tanta intensidad (obvio ¿no?).

martes, 15 de marzo de 2011

Desequilibrada igualdad

Tenemos muchas fechas para celebrar el género al cual pertenecemos, no obstante, ser mujer va mucho más allá de un día y de la conmemoración de las luchas por la igualdad, cosa que aún no está del todo establecida, si, contamos con derecho al voto, hemos conquistado terrenos donde sólo se podía imaginar a hombres, pero, ¿Realmente existe la tan anhelada equidad?.
Comencemos por el hecho de que según estudio realizado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID); el salario de una mujer en Latinoamérica, es un 10% menor al de un hombre, incluso cuando ésta sea más instruida, acrecentándose a un 17% cuando son iguales en edad y educación.  Sin embargo, esto es sólo un simple ejemplo de un hecho que no muestra lo que hay detrás de la desigualdad existente.

lunes, 7 de marzo de 2011

Caos carnavalesco

            Un “Carnaval” de sentimientos encontrados es lo que tengo con respecto a estos días, pensando en positivo, son momentos de descanso, de estar con la familia disfrutando de un merecido asueto; pero cuando te inclinas por seguir a las masas, son muchas las consecuencias que tendrás que asumir, propias de cualquier tipo de pausa en la rutina de la gente. Trabajas tanto que tienes muchos meses, sin saber lo que es estar en la playa, puedes pararte frente a una pared blanca sin ser visto, de tanto tiempo sin llevar un poco de sol; es por ello que has decidido embarcarte a las costas por las fiestas carnestolendas. So pena de que la pausa para “relajarte”, se convierta en la experiencia más irritante de tu vida.
            Todo lo requerido para un viaje de mínimo dos días, se dobla en precios, eso parece insignificante frente al hecho de que tienes el mismo traje de baño de cuando pesabas la mitad que ahora, el momento de adquirir uno nuevo ha llegado y por más que intentes hacerlo divertido, el espejo y la iluminación del vestidor están específicamente diseñados para que luzcas terrible por cada costado. Como sabes que siendo temporada habrá mucha gente en las playas, sacas a relucir el “autoconsuelo”, asegurando que de seguro verás a alguien peor.

lunes, 28 de febrero de 2011

Si no tengo…lo aparento

Hablan de cuánta ropa  de marca se compran, cuando no tienen ni para hacer mercado, dicen a cuántos países tienen planificado irse este año, cuando falsificaron una constancia de estudios para poder pagar pasaje estudiantil en el transporte público, alardean de a cuántos conciertos irán, cuando tuvo que empeñar el equipo de sonido para poder pagar el recibo de la luz.
            Situaciones como éstas hacen preguntarse ¿Cuál es el objeto de vivir de apariencias cuando no tienes con qué costearlas?, ¿Qué ganan con hacerle creer a los demás lo que no es?, a lo que no puedo evitar pensar que están tan enclaustrados en esa burbuja de fantasía que se construyeron para sí mismos, que no notan lo evidente de sus reales condiciones, a la vista de todos los que les rodean y para los que precisamente se esfuerzan en hacer ver lo contrario.

lunes, 21 de febrero de 2011

“No digas que yo te lo dije…”


Es un muy odioso hábito, creo que no caigo en generalizaciones al decir que todo el mundo lo detesta, pero irónicamente la gran mayoría cae en ellos, bien sea al decirlos, al sufrirlos y lo peor de todo al creerlos, comentarios sin base, que se transforman cual materia al pasar de boca en boca, si, ya saben a qué me refiero, EL CHISME.  Nuestro género se ha ganado la terrible fama de ser “chismoso”, pero resulta que en esas conversaciones de amigas, más que hablar de la vida ajena, es la oportunidad para ponerse al día en los sucesos que sobresalen de nuestra propia rutina, es decir, hablamos de nosotras mismas, lo que nos pasa y lo que no, así sea para saber si la otra puede darnos una perspectiva distinta cuando crees que a nadie le va peor que a ti; (Ojo, eso no quiere decir que no existan mujeres chismosas, porque ¡sobran!), no por ello se ha entablado una batalla porque ahora mis congéneres aseguran que no hay seres más “chismosos” que los hombres.

lunes, 14 de febrero de 2011

La culpa no es de Cupido


Día de San Valentín, día de los enamorados, día del amor y la amistad, no importa cómo lo denomines, esta fecha ha sabido colarse en nuestro almanaque para bien o para mal, queramos o no, por mucho que algunos digan que es “un día como cualquier otro” (creo que esos son a los que precisamente les afecta más). Pero, ¿Qué es lo que tiene de especial o de terrible este día?, no se sabe exactamente, no obstante, me es posible describirle algunas situaciones que se pueden observar con facilidad.
            La ciudad se vuelve un tanto agitada, con una similitud al alboroto de las fiestas navideñas, pero con la diferencia que verás una cantidad impresionante de vendedores de rosas en los semáforos, los buhoneros se recargan de peluches y arreglos con papel celofán, siendo lo más resaltante las interminables colas para ingresar a los moteles, hoteles y derivados (de acuerdo al presupuesto), sin dejar de lado a las que se arman para entrar a las salas de cine o simplemente cenar, así sea una hamburguesa.

lunes, 7 de febrero de 2011

Cuéntame otro cuento

Han sido varias las oportunidades en que he escuchado a muchas mujeres decir que sus fracasos en el amor han sido culpa de las películas de Disney, algo extraño para historias donde siempre un príncipe azul, de blanco corcel, rescata a la princesa desvalida de las garras de alguna bruja malvada que la odia porque es bella y de paso buena gente; es decir, ¿Qué tiene eso que ver?, ¿Con qué se identifican?, ¿Será por “románticas empedernidas”?, ¿o porque sueñan con un príncipe azul que las rescatará de su vida infernal?. Sea cual sea la razón y como fiel defensora de Walt Disney, Hans Christian Andersen y los Hermanos Grimm, me atrevería a decir que andan por ahí adjudicándole a otros lo que es única y exclusivamente su responsabilidad.
            Si es que existe culpabilidad del algún tipo, porque nada es cuestión de “suerte” sino de saber elegir, o saber reconocer las señales, lo que pasa es que a algunas les encanta “enceguecerse”, al parecer les resulta mucho mejor que estar sola. Sin embargo, achacarle su escasa capacidad de elección a los “cuentos infantiles”, es precisamente eso, infantil. Esto es equivalente a caer en el error de creer que lo que pasa en las telenovelas está en consonancia con la realidad, de hecho éstas vienen siendo los mismos cuentos pero para adultos. Me resulta un tanto inverosímil pensar que aún haya alguna ilusa que crea en esos clichés televisivos. 

lunes, 31 de enero de 2011

Amigos de bolsillo

            Siempre me he preguntado ¿por qué la falta de reciprocidad en las acciones de la gente?, ¿por qué nunca obtienes de los demás lo que ellos obtuvieron de ti?, y no me refiero a hacer las cosas con un interés de por medio, sino que a veces no está de más recibir lo que damos. Señalo en sí a las diferentes especies existentes, que nos hacen arrepentirnos de no decir “NO”; los cuales les describiré a continuación, sé que al final del artículo al menos uno de ellos se les ha cruzado en el camino y a aquellos que se les presentó uno siendo la combinación de todos, mis sinceras condolencias.
El prestamista: su nombre no se debe a que te preste algún tipo de bienes o servicios, al contrario, este ser es de esos que no puede estar sino pidiéndote algo, de hecho cuando recibes un mensaje o una llamada de su parte te comienza a doler el bolsillo, y temes por todos los objetos que tanto te ha costado tener, desde tu ropa hasta los cds, que aunque quemados, tienen grabados una selección que sólo tú y tu paciencia descargando archivos pudieron lograr. Lo peor del caso no es que te pida prestado hasta la ropa interior, sino que para que te devuelva las cosas tienes que hacer vigilia en la puerta de su casa, y si tienes la suerte de conseguirlo, lo más seguro es que no lo haga en las mismas condiciones en los cuales se lo cediste temporalmente, en pocas palabras, regresa a ti casi inservible. Característica principal: cuando por cosas de la vida eres tu quien necesita algo prestado de él, seguramente te invente una excusa para no hacerlo, si te lo da a regañadientes no habrás llegado a tu casa cuando ya lo tienes en la puerta preguntándote “¿ya lo usaste? es que lo necesito”.

lunes, 24 de enero de 2011

Fanáticas de la atención


Con esa fiebre que embarga a la mayoría de los venezolanos durante la temporada de béisbol profesional, es difícil no comentar acerca de esos hechos que se viven alrededor de esos cuatro meses, dentro y fuera del estadio, jugando o no tu equipo favorito, seas fanático o simplemente aparentes serlo, este deporte saca a relucir lo bueno, lo malo, y en especial, lo feo de mucha gente.
Viniendo de una familia donde béisbol es el tema de conversación los 365 días del año, 366 en bisiesto, influenciado porque el 90% son hombres, ya para mi es parte de la rutina (mi frustración de niña fue no jugar en un equipo como mi hermano), cabe destacar que sin necesidad de gritar a los cuatro vientos mi fanatismo, yo lo vivo a mi manera, quizás también debido a que es la mejor manera de ahorrarse las burlas si mi equipo pierde (me ha dado buenos resultados), así me lo reservo para conversaciones que de verdad valgan la pena.

lunes, 17 de enero de 2011

Odisea bancaria


            Ahora tener que ir al banco exige una preparación comparable a un viaje para acampar en la montaña, pero con la gran y notable diferencia que no tiene la emoción del contacto con la naturaleza, ni el rato de esparcimiento, en su lugar se trata de lidiar con el tráfico, las interminables colas, la pantalla donde nunca aparece tu número para ser atendido, el miedo a ser atracado en el camino, entre otros factores que van estrechamente ligados a la transacción a realizar.
            No importa a qué vayas, tendrás que madrugar, aunque llegues tres horas antes de que abra la entidad siempre habrá otro que llegó primero que tú. Una vez abierta la agencia, si es por números, misteriosamente parece que los dígitos que conforman el tuyo no están dentro del sistema de la pantalla, porque aparecen todos menos el que te tocó. Si es por orden de llegada una vez que estés cerca de ser atendido hacen acto de presencia toda una cuadrilla de mujeres embarazadas y ancianos, quienes como todos sabemos pasan primero, cosa que hay que respetar además.

lunes, 10 de enero de 2011

El hombre de la máscara religiosa

           No me gusta caer en polémica con nadie, o por lo menos no con la gente que goza de mi afecto, es por ello que trato en la medida de lo posible no tocar temas como la política o religión, debido a las muchas diferencias que saldrán a relucir, pero, en esta oportunidad no puedo contener una inquietud que tengo en la parte espiritual, la cual pretendo exponer ampliamente en este artículo, esperando no ofender las creencias de ninguno de los que me leen, ya que respeto las formas en que cada quien vive su fe.
            El punto es que me cuesta entender (o creer) a esas personas que luego de toda una vida perteneciendo a una religión en particular, drástica y rápidamente pasan a formar parte de otra (se vuelven hasta fanáticos), lo que a mi parecer es equivalente a volver a nacer (o falta de personalidad y seguridad en su propia fe).  Pero, no es precisamente hablar del cambio de religión en sí el objetivo de esta pieza, sino lo que trae consigo, específicamente que luego de hacerlo, algunos pasan a ser personas arrogantes viéndose a sí mismos como poseedores de la verdad absoluta (como se ven todas en realidad), y los demás pasamos a ser (para ellos) una banda de locos que viven en el pecado (¿y quién no lo es?), olvidándose (y creyendo que los demás también olvidan) quiénes fueron y qué hicieron antes de su “redescubrimiento”.