martes, 28 de diciembre de 2010

Cuando el año llega a su fin

            
             Llega el último día del año, y con él todos los rituales que lo acompañan, esos en lo que algunos creen, a otros les gustaría creer, mientras que unos  cuantos se rehúsan a hacerlo, casi siempre porque formaron parte del primer grupo y nunca les funcionó. En fin, toda una masa de gente que esa noche tiene en común algo más que el amarillo de su ropa interior, por aquello de la “suerte”, (en lo particular me declaré en rebeldía y ahora la uso de color negro).
            Ya están todos reunidos en casa esperando que sean las doce para los respectivos abrazos, es aquí donde tu capacidad para hacer muchas cosas a la vez se pone a prueba, en especial si crees de manera vehemente en los rituales acostumbrados. Debes tener la habilidad para engullir doce cucharadas de lentejas, junto con doce uvas, pero que te quede una mano libre para sostener un puñado de billetes (para la prosperidad), al mismo tiempo que lanzas monedas al techo (para el mismo motivo).

lunes, 20 de diciembre de 2010

Querido niño Jesús…

Querido niño Jesús, primero quiero darte las gracias por hacerme bajar nueve kilos en tres meses, así haya sido en contra de mi voluntad, para esta navidad (y si es posible el resto de mi vida) espero no recuperarlos.  No te pido un novio, pero si tener a alguien que me acompañe más o menos para el segundo semestre del año, por aquello de que mi cumpleaños es en septiembre y eso significaría un regalito seguro.
Como miembro honorario de la tasa de desempleo del país, creo que sabemos muy bien que en la lista está ese empleo que tanto necesito, por favor, no dejes que mi currículo siga cayendo en manos de gente que siente que en vez de estar contratando a una persona competente, está dejando entrar a una potencial competidora, dejándome por fuera de una posible elección; si no voy a seguir pensando que fui engañada vilmente en la universidad con aquello de “tú eres de las buenas”.

lunes, 13 de diciembre de 2010

Te intercambio a mi amigo secreto

            Una parte agridulce de la época decembrina, son los intercambios de regalo, no hay nada mejor que recibir presentes, detalles que nos encantan sin que salga un solo medio de nuestro bolsillo, por otro lado, brindarle esa alegría a otro, sorprenderlo con aquello que tanto anhela pero no ha tenido la oportunidad (o el dinero) para comprárselo.
            Más o menos de eso se trata, es una manera de no quedarse por fuera, una vez que dejaste la niñez atrás, pues para ti ya se acabaron los regalos del “Niño Jesús”. Pero, ¿Por qué los denominé agridulces?, pues, porque  existen unas cuantas variables que pueden hacer de la experiencia un tanto decepcionante.
Se puede empezar por el riesgo que corres de que te toque esa compañera de trabajo que apenas saludas por educación, pero que no la puedes ver en el comedor sin sufrir de indigestión, o de ese vigilante, para quien el único regalo útil que se te ocurre, es un kit que incluya un galón de enjuague bucal, unos cuantos sobrecitos de bicarbonato, más una media docena de limones (creo que está de más explicar los motivos).

lunes, 6 de diciembre de 2010

Crónica de una compra anunciada

Llegó el día que más esperábamos, tenemos las utilidades en nuestro poder, ni meditarás en qué gastarlo, ya llevas meses en ese plan, así que alístese, póngase ropa y calzados cómodos, que nos vamos de compras navideñas.
Se debe salir temprano, para que rinda el día, además sabemos que tiene muchas cosas por comprar, unas las necesita, mientras que las otras prefiero ni entrar en detalles. Ni crea que nos vamos en carro, para empezar no gozo de ese beneficio, además quiero que viva en toda su expresión lo que padece el colectivo en estas épocas, y créame cuando le digo que no importa cuál sea su medio de transporte, no podrá librarse de caminar.
Nos vamos en el respectivo autobús con destino al centro de la ciudad, de más está decir que ya la sonrisa se le irá borrando con la sobrecarga de pasajeros en esa minúscula unidad que le rozan con partes sospechosas el hombro, mientras otro le estornuda por detrás, quien no sólo casi la deja sorda por el estruendo que hizo, sino que además sin tener la decencia de taparse la boca, le dejó la nuca goteando lo expedido, y ni hablar de la “música” que pone el chofer.

lunes, 29 de noviembre de 2010

Metamorfosis navideña

Se acerca diciembre y con él todo ese aire de renovación que trae consigo, esa sensación de que estamos a punto de cruzar una meta, tan es así que creo poder tomarme el atrevimiento de decir que pasamos once meses planificando los últimos treinta y un días del año, cual si fuese la oportunidad para hacer y cambiar lo que bien podríamos hacer en los 334 días previos, como que si a partir de ese momento nos dan carta blanca para hacer las mil y un locuras.
            No sé los caballeros, pero por este lado tenemos una facultad tremenda para cambiar el real significado de las festividades decembrinas, esa complejidad que nos caracteriza, hace que le agreguemos unas cuantas particularidades, convirtiéndolas en mucho más que sólo pensar en buenos deseos. Algunos las esperan para beber, o para comer, otras para deprimirse, mientras que otras lo hacen para lucirse como nunca. Éstas últimas, empiezan por hacer dieta rigurosa, si el presupuesto les da se inscriben en un gimnasio para que les quede mejor esa ropa con la que tienen tiempo imaginándose, sin importar que los escasos cinco kilos que perdieron en seis meses, los vayan a recuperar con creces en ese mismo mes, al parecer sólo los bajan para hacer espacio para los que aumentarán.

lunes, 15 de noviembre de 2010

Hasta que tus derechos los separen

Por la red me topé con un folleto que según data de 1953, donde explica en once pasos cómo llegar a ser la esposa perfecta, resumido se podría decir que tienes que estar en total sumisión, no obstante, tiene afirmaciones válidas, por ejemplo no vas a dejar que la casa se te venga abajo de mugre, pero asegurar que tienes que escucharlo porque “sus temas son más importantes que los tuyos”, me impactó, y no de forma positiva.
            Estuve pensando en el tema releyendo el folletico en cuestión, cuando se me ocurrió algo que me dio escalofríos, ¿será ésta la razón por la que nuestras abuelas lograron durar toda su vida al lado de sus esposos?, ¿son estas reglas la clave para cumplir con aquello de hasta que la muerte los separe?, ¿será que la lucha por la igualdad de género ha influido en la ola de divorcios dados en la actualidad?. Por favor que alguien me diga que ¡No!

lunes, 8 de noviembre de 2010

¿Amigas por siempre? ¡No, gracias!

No soy de muchas amigas, porque he podido notar que los hombres son muchísimo mejor que nosotras en ese departamento, ¿lo dudan?, piensen en si alguna vez uno de ellos ha dejado de tratar a una de sus amistades (no importa el sexo) porque se lo haya pedido la pareja, (nunca, ¿verdad?), ahora recuerden cuántas discusiones han tenido con ellos porque invierte más tiempo en los amigos que en ustedes (muchas ¿cierto?).
Éstas no son precisamente mis razones para preferirlos a ellos dentro de mi círculo, de hecho creo que es más bien lo que no hacen y las mujeres sí, lo que define mi inclinación. Para saberlo es mejor que hablemos de esas “amigas”, a las cuales hay que mantener a raya, le sugiero no sentir lástima, no le hará falta, puesto que a ésta siempre la esperará una nueva e ingenua víctima a la vuelta de la esquina, dándole a usted la oportunidad de encontrar una amistad real. Ahora bien, conozcamos las categorías de algunas congéneres que desvirtúan el concepto de “amistad”.

lunes, 1 de noviembre de 2010

“Dame dos de silicón para llevar por favor”

En estos días revisando qué había de nuevo en twitter me conseguí con una promoción publicada por un local nocturno de mi ciudad, donde decía que todas las que asistieran estarían participando por unas prótesis mamarias, el anuncio decía entre otras cosas que esa noche mientras disfrutaras del 2x1 en bebidas nacería una nueva “pechugona”. A pesar de saber que en la actualidad la gente ve una operación de senos tan sencillo como ir a comprar zarcillos que combinen con un atuendo, no podía evitar quedarme totalmente perpleja ante tal banalidad.

            Me imaginé la cantidad de niñas emocionadas por sólo pensar que podrían ser las ganadoras de las tan ansiadas prótesis de silicón, dejando en evidencia ingenuidad (¿o ignorancia?), al ver una intervención quirúrgica de una forma tan sencilla como ganarse una rifa por un televisor, sin pensar en ningún momento los riesgos en los cuales se incurre en estos casos, mucho más probables cuando te los ofrecen cual kilo de plátanos.  En sí, no las culpo del todo, ya que hemos crecido en un lugar donde nos achacan el bendito eslogan de “el país de las mujeres bellas”, puede tener cierta presión si realmente te dejas llevar por ello, y no descubres a tiempo (o nunca) que no vale la pena poner en riesgo tu salud sólo para complacer a los demás.

lunes, 25 de octubre de 2010

¿En qué están pensando?

            Correré el riesgo de equivocarme al versionar aquella famosa frase de René Descartes “pienso, luego existo” a “navego, luego existo”; digo esto a sabiendas de la gran repercusión que ha tenido la internet en nuestras vidas. No hay duda alguna de la utilidad que tiene para nuestra formación académica (si no que lo nieguen aquellos fanáticos del copiar y pegar), además del campo profesional, también ha extendido sus tentáculos a casi todos y cada uno de los aspectos de nuestras vidas, quizás no por la herramienta en sí, sino por el uso (o mal uso) que le hemos dado.          

            Para muchos el día no comienza hasta que no han revisado su cuenta en Facebook, ese mundo que cobija a una infinidad de personas y personalidades, donde aflora lo bueno, lo malo y lo feo de cada uno, donde ya no hay necesidad de salir a pasear o sentarse a conversar para saber quién es chismoso, envidioso, engreído, de baja autoestima y hasta de malos hábitos, debido a que algunos se han tomado muy a pecho la pregunta que te hacen el entrar al inicio de la página “¿Qué estás pensando?”, les digo algo, hay muchos pensamientos que deberían quedarse en su lugar.

lunes, 18 de octubre de 2010

Guía práctica para reconocer y sobrevivir a un patán


En esta oportunidad tengo el agrado de presentarles esta guía que les ayudará a reconocer a esa especie de hombre que lamentablemente aún existe y que algunas se han encontrado en algún momento de sus vidas, unas salieron airosas, otras todavía están atrapadas. Es por eso que mediante estos tips pretendo darles lo más cercano a su perfil, cómo reconocerlo, cómo salir de él o simplemente evitarlo si eres de las afortunadas que todavía no lo han conocido. Aunque estén prevenidas, puesto que quizás no es lo que parece.
Pero, ¿Qué es un patán?, según el diccionario, es un hombre tosco, poco educado, que se comporta de manera grosera. No obstante, tiene otras características que ampliaré a continuación, para que logren detectarlo a tiempo.

01.- Un patán siempre te hará sentir inferior a él, haciéndote creer que te hace un favor al estar contigo con frases como “deberías estar agradecida de que alguien como yo esté con alguien como tú”, te desvirtúan la realidad, ¿Cuál es la verdad? que es un ser inseguro de las capacidades que tiene para conservarte, por eso ataca directamente a tu autoestima para que seas tú quien dudes de que puedes (y te mereces) conseguir a alguien mejor.

lunes, 11 de octubre de 2010

Cuando buscar empleo te da trabajo


           Luego de terminar mi primera carrera, cuando desapareció esa zona de confort llamada “pasantías” y me encontré con que los requisitos para el noventa por ciento (por no decir cien) de las ofertas laborales de mi área, publicidad, eran los siguientes: tener 25 años, 8 años de experiencia en cargos similares (si, es contradictorio, alguien joven pero con casi una década de experiencia ¡suerte con eso!), y carro del año, de  más está decir que alguien graduada de publicista a los 19 años, quien como experiencia acumulada tenía los tres meses de las pasantías en una empresa de publicidad exterior donde tenía más qué hacer un diseñador gráfico y cuyo medio de transporte tiene alrededor de treinta años, lo comparte con aproximadamente otras 25 personas más, y encima de todo eso tiene que pagar para poder usarlo, ¿ya saben a qué me refiero no?, no tenía esperanza alguna de ser tomada en cuenta para un proceso de selección de esas características.

           Sin embargo, siempre determinante con mis metas, que además de conseguir un empleo en el mundo de la publicidad, para lo cual estudié, incluía ir por la que consideraba (y considero) mi destino, el periodismo, carrera que dejé de segunda por mi extraña manía de hacer las cosas de menor a mayor, primero la corta y luego la larga (si algunos caminan por baldosas con cuidado de pisar las líneas entre unas y otras, yo hago las cosas por “orden de tamaño”). Recuerdo que me dije “tranquila…estas cosas no pasan con una comunicadora social…de hecho siempre te contratan al terminar las prácticas profesionales”; y se podría decir que pequé de ingenua.

lunes, 4 de octubre de 2010

Los viejos creen que están mandando

         En estos días uno de esos vecinos que la mayoría tenemos la desgracia de padecer, colocaba su música a todo volumen mientras por mi ventana se colaba una letra bien particular “los viejos están mandando…”de Reynaldo Armas. Respeto a quienes les gusta ese género musical, pero la verdad es que yo no entro en ese club de fans, y no sé si fue esa la razón para que desde el primer momento la canción me desagradara por completo, pero así sucedió.
         Ésta, se refería a cómo según el autor, los hombres de la tercera edad se están convirtiendo en todos unos galanes, donde supuestamente nosotras las veinteañeras no podemos ver una arruga mal parada porque salimos corriendo a plancharla; no sabía si reírme de semejante ingenuidad o ir a vomitar por esa promoción a los viejos verdes. Y no es que quiera achacarle la culpa al cantante en cuestión por esa ola de ancianos de autoestima súper desarrollada que cree estar a la vanguardia al momento de conquistar a una mujer que podría ser como mínimo su nieta; pero gracias a su letra comprobé que forma parte de ella.

lunes, 27 de septiembre de 2010

En el mundo de los príncipes...el sapo es rey

    Cuando alguna de nuestras amigas, enemigas, conocidas o cualquier otra mujer aparece con nueva pareja, siempre se generarán comentarios de toda índole, pero si el individuo en cuestión no contó con la suerte de tener un cuerpo que parece esculpido por los dioses, ni una cara digna de un ángel terrenal, lo menos que escuchará será "Dios mío que tipo tan feo", "¿y ésta no se pudo buscar algo mejor?" "¿Qué le habrá visto?". Dando a entender que nada más por no ser agraciado (físicamente ¡claro!), está incapacitado de por vida para hacer feliz a una mujer. Pues bien, tenemos libertad plena para pensar y decidir qué nos hará feliz, pero tengo muchas razones para decir que la belleza no siempre es una de ellas y hay casos en que trae consigo infinidad de dolores de cabeza.

     No sé quién demonios fue el creador de la idea de que para triunfar en todos los aspectos de la vida hay que ser sacado de una novela de Danielle Steel, no quiero unirme al clan mediocre que asegura que todos los males de este planeta "son culpa de los medios", pero si debo aceptar (quizás hasta caer en el cliché) que sí han tenido cierta influencia en lo que creemos son patrones físicos a seguir. No obstante, los seres humanos no deben ser tan cortos de sentido crítico como para no darse cuenta de cuándo algo es aplicable en la vida real o no, es ahí precisamente donde se corta el poder que puede ejercer un mensaje en nosotros, la capacidad de discernimiento forjado gracias a las experiencias vividas, aprendizaje previo y enseñanzas de familia, las cuales ayudarán a crearnos nuestra propia opinión, independientemente de lo que leas, escuches o veas, la decisión final está en ti.

domingo, 19 de septiembre de 2010

¿Piropo o acoso?

     Los piropos son conocidos como cumplidos que generalmente se dan de un hombre hacia una mujer, la gran mayoría de las veces destacando la belleza o estilo de ésta. Pero últimamente me pregunto qué realmente lleva al hombre a decir alguna frase a una persona que ni siquiera conoce y que lo máximo que puede hacer por él es ignorarlo (en mi caso si es que llego a escucharlos porque siempre ando con audífonos en la calle y ya explicaré el porqué de ello).
     En la actualidad, recibir un piropo está lejos de ser halagador, no sé qué pasa exactamente pero cada vez me gusta menos salir sola a la calle por miedo a recibir alguno de estos "comentarios", no sólo porque rayan en lo detestable y denigrante sino por mi afán de no quedarme callada y esa necesidad imperiosa de defenderme cuando me siento ofendida, sabiendo cómo es la situación del país, es un riesgo que no se puede correr, debido a que no sabes si la defensa en cuestión termina en violencia, porque si tanta basura puede salir sin el mayor pudor por sus bocas no me quiero ni imaginar hasta dónde puede llegar esa mala representación del sexo opuesto que pulula en las calles.

Taconazos

     Cuando se me ocurrió la idea de crear un blog tenía la certeza que el nombre debería reflejar en no más de cuatro sílabas el objetivo de la página en sí y por ende de los contenidos que acá pretendo colocar. Debo confesar que no lo medité demasiado, porque esa idea me estaba rondando en la cabeza desde hace un buen tiempo.
      De esta manera, nace "Taconazos", pero ¿Qué quiero decir con eso?, bien sabemos que es la acción de golpear con el tacón, éste a su vez forma parte de una de nuestras grandes perdiciones LOS ZAPATOS, aquellos que nos hacen sentir más altas y estilizadas, así no podamos ni dar un sólo paso en esa fiesta donde nos imaginábamos bailando hasta el amanecer, y por ello nos condena a la silla o a la comodidad de estar pegada a una pared, porque cómo nos tortura si, pero qué sexys nos vemos cierto.