lunes, 29 de noviembre de 2010

Metamorfosis navideña

Se acerca diciembre y con él todo ese aire de renovación que trae consigo, esa sensación de que estamos a punto de cruzar una meta, tan es así que creo poder tomarme el atrevimiento de decir que pasamos once meses planificando los últimos treinta y un días del año, cual si fuese la oportunidad para hacer y cambiar lo que bien podríamos hacer en los 334 días previos, como que si a partir de ese momento nos dan carta blanca para hacer las mil y un locuras.
            No sé los caballeros, pero por este lado tenemos una facultad tremenda para cambiar el real significado de las festividades decembrinas, esa complejidad que nos caracteriza, hace que le agreguemos unas cuantas particularidades, convirtiéndolas en mucho más que sólo pensar en buenos deseos. Algunos las esperan para beber, o para comer, otras para deprimirse, mientras que otras lo hacen para lucirse como nunca. Éstas últimas, empiezan por hacer dieta rigurosa, si el presupuesto les da se inscriben en un gimnasio para que les quede mejor esa ropa con la que tienen tiempo imaginándose, sin importar que los escasos cinco kilos que perdieron en seis meses, los vayan a recuperar con creces en ese mismo mes, al parecer sólo los bajan para hacer espacio para los que aumentarán.

lunes, 15 de noviembre de 2010

Hasta que tus derechos los separen

Por la red me topé con un folleto que según data de 1953, donde explica en once pasos cómo llegar a ser la esposa perfecta, resumido se podría decir que tienes que estar en total sumisión, no obstante, tiene afirmaciones válidas, por ejemplo no vas a dejar que la casa se te venga abajo de mugre, pero asegurar que tienes que escucharlo porque “sus temas son más importantes que los tuyos”, me impactó, y no de forma positiva.
            Estuve pensando en el tema releyendo el folletico en cuestión, cuando se me ocurrió algo que me dio escalofríos, ¿será ésta la razón por la que nuestras abuelas lograron durar toda su vida al lado de sus esposos?, ¿son estas reglas la clave para cumplir con aquello de hasta que la muerte los separe?, ¿será que la lucha por la igualdad de género ha influido en la ola de divorcios dados en la actualidad?. Por favor que alguien me diga que ¡No!

lunes, 8 de noviembre de 2010

¿Amigas por siempre? ¡No, gracias!

No soy de muchas amigas, porque he podido notar que los hombres son muchísimo mejor que nosotras en ese departamento, ¿lo dudan?, piensen en si alguna vez uno de ellos ha dejado de tratar a una de sus amistades (no importa el sexo) porque se lo haya pedido la pareja, (nunca, ¿verdad?), ahora recuerden cuántas discusiones han tenido con ellos porque invierte más tiempo en los amigos que en ustedes (muchas ¿cierto?).
Éstas no son precisamente mis razones para preferirlos a ellos dentro de mi círculo, de hecho creo que es más bien lo que no hacen y las mujeres sí, lo que define mi inclinación. Para saberlo es mejor que hablemos de esas “amigas”, a las cuales hay que mantener a raya, le sugiero no sentir lástima, no le hará falta, puesto que a ésta siempre la esperará una nueva e ingenua víctima a la vuelta de la esquina, dándole a usted la oportunidad de encontrar una amistad real. Ahora bien, conozcamos las categorías de algunas congéneres que desvirtúan el concepto de “amistad”.

lunes, 1 de noviembre de 2010

“Dame dos de silicón para llevar por favor”

En estos días revisando qué había de nuevo en twitter me conseguí con una promoción publicada por un local nocturno de mi ciudad, donde decía que todas las que asistieran estarían participando por unas prótesis mamarias, el anuncio decía entre otras cosas que esa noche mientras disfrutaras del 2x1 en bebidas nacería una nueva “pechugona”. A pesar de saber que en la actualidad la gente ve una operación de senos tan sencillo como ir a comprar zarcillos que combinen con un atuendo, no podía evitar quedarme totalmente perpleja ante tal banalidad.

            Me imaginé la cantidad de niñas emocionadas por sólo pensar que podrían ser las ganadoras de las tan ansiadas prótesis de silicón, dejando en evidencia ingenuidad (¿o ignorancia?), al ver una intervención quirúrgica de una forma tan sencilla como ganarse una rifa por un televisor, sin pensar en ningún momento los riesgos en los cuales se incurre en estos casos, mucho más probables cuando te los ofrecen cual kilo de plátanos.  En sí, no las culpo del todo, ya que hemos crecido en un lugar donde nos achacan el bendito eslogan de “el país de las mujeres bellas”, puede tener cierta presión si realmente te dejas llevar por ello, y no descubres a tiempo (o nunca) que no vale la pena poner en riesgo tu salud sólo para complacer a los demás.