Correré el riesgo de equivocarme al versionar aquella famosa frase de René Descartes “pienso, luego existo” a “navego, luego existo”; digo esto a sabiendas de la gran repercusión que ha tenido la internet en nuestras vidas. No hay duda alguna de la utilidad que tiene para nuestra formación académica (si no que lo nieguen aquellos fanáticos del copiar y pegar), además del campo profesional, también ha extendido sus tentáculos a casi todos y cada uno de los aspectos de nuestras vidas, quizás no por la herramienta en sí, sino por el uso (o mal uso) que le hemos dado.
Para muchos el día no comienza hasta que no han revisado su cuenta en Facebook, ese mundo que cobija a una infinidad de personas y personalidades, donde aflora lo bueno, lo malo y lo feo de cada uno, donde ya no hay necesidad de salir a pasear o sentarse a conversar para saber quién es chismoso, envidioso, engreído, de baja autoestima y hasta de malos hábitos, debido a que algunos se han tomado muy a pecho la pregunta que te hacen el entrar al inicio de la página “¿Qué estás pensando?”, les digo algo, hay muchos pensamientos que deberían quedarse en su lugar.
Lo anterior lo apunto porque hay personas que usan esta red social para ventilar sus vidas privadas. Por ejemplo, está aquel hombre que cree estar haciéndole un mal a la ex novia que lo dejó por otro con un “Nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde, y tu pronto sabrás lo que perdiste al dejarme por él, me das lástima”, craso error mi amigo, aquí el que da lástima no es otro sino usted, los demás lejos de pensar que tu ex pareja es una perdida, se enfocarán en que así de aburrido serás que te fue infiel, confirmado con el simple hecho de hacerlo público y notorio, puesto que sólo un pelmazo lo haría.
No podíamos dejar escapar a quienes lo utilizan de ring, para enfrascarse en una absurda discusión unidireccional, porque lo más seguro es que la persona a la que haya dirigido el estado ni siquiera se entere, cosas como “yo si estoy con él, así que muérete de la envidia”, ante algo así cualquiera hasta dudaría, ¿estará con él porque realmente lo quiere o porque no quiere que lo tenga ésta otra que “la envidia”?; también está el famoso “lo que me das es risa”, puedo asegurarle que no es precisamente porque le contaron un chiste, pero el hecho de que te “dé risa” la otra persona no te hace más digno a ti, ni le resta importancia al motivo de tu carcajada; y por último el estado delator de chismosos “ya que vives pendiente de lo que hago y escribo...lee esto…vive tu vida y deja vivir a los demás”, a éste le puedo decir que la posibilidad de que se sepa todo lo que hace y escribe en su cuenta, es proporcional a su cantidad de amigos, así que en ese caso la culpa no es sólo de quien lo repitió.
Estos son sólo unos cuantos ejemplos de lo que podemos ver en la red, lo que no se entiende es cuál será esa necesidad de desafiar a los demás a través de enunciados que lejos de verte como alguien de gran carácter, te deja a los ojos de seres pensantes como un individuo que necesita sentirse importante, que actúa de acuerdo a lo que puedan opinar terceros, o que si en realidad tuvieras tal osadía aclararías tus diferencias con esa otra, en persona.
Esto último, es conocido en el argot popular como “lanzar puntas o indirectas”, lo cual creo que es una de las situaciones más comunes que se pueden observar en el facebook, que van desde discusiones con enemigas, donde la lógica indica que no la tendrías de contacto, así que ya por ahí se sabe que es una pérdida total de tiempo. Con una amiga, quien te dijo o hizo algo que no te gustó pero no eres lo suficientemente transparente como para hacérselo saber por las vías regulares, porque para ti es mejor decirle lo que piensas a través de una indirecta, tengo una sola explicación para eso: COBARDÍA.
El otro target, es la familia, conociendo de cerca lo que puede ser una disputa familiar donde todo el mundo grita y nadie se escucha, podría hasta ser catártico, pero piénselo bien, las oportunidades para desahogarse siempre llegan, hacerlo público sólo incrementará su resentimiento, por la misma incertidumbre de no saber si lo leerán o no. Es que el asunto está en que esta red social no fue hecha para eso, la verdad es que este uso no da otro resultado que no sea una mala impresión de usted, a nadie le importa si le quitó el novio a otra y está orgullosa de restregárselo en la cara, o si de su novio le fue infiel y usted igual volvió con él y cree que la co-responsable del desliz le duele ese hecho, porque al final del día la gente sólo hablará mientras le dé material, es decir, si no quiere ser la protagonista de una infame conversación, simplemente no diga nada de su vida, porque es irónico que se queje de estar en el ojo del huracán, cuando es precisamente usted quien lo alienta.
Además, no me canso de recordar, que siempre en estas “discusiones” se pelea solo, jamás alguien le responde (excepto aquel contacto que siempre apoya todo lo que publica, que de seguro también hace lo mismo cuando siente que le corresponde), y quizás la persona a la que va dirigida es más sonsa que usted y ni siquiera cae en cuenta. Para que me entienda mejor, con eso le está dando una importancia a una persona que lo más seguro es que no se merezca tomarse tal molestia, ¿acaso no ha escuchado aquello de que la mejor arma es la indiferencia? y otra aún mejor, que la mejor venganza es ser feliz.
Pasando a otro uso (o mal uso), está aquello que es lo primero en captar nuestra atención, las imágenes, de esta manera veremos perfiles que pueden llegar a ser un altar al ego, un centro de adoración a sí mismo, una vitrina para ponerse en venta, donde colocan únicamente las fotos que las hacen lucir bien (o eso creen), en caso de no salir como querían, recurren a los ingeniosos programas de diseño y retoques fotográficos, para hacerse el milagro, si no resulta con eso, le agregan digitalmente cuanto adorno se consigan para que ya no sea su cara, que ese día amaneció con ganas tener algo de acné, la protagonista, pues descubrieron que un marco de flores, mariposas, globos y un enunciado que reza “no hay flor más bella que yo”, puede ser muy efectivo a la hora de distraer la vista de sus defectos.
Nos encontraremos a la que pasa horas frente al espejo ensayando poses, donde la mayoría de sus álbumes contendrán fotografías de ella en el baño (ordinario, lo sé), o en la peinadora de su cuarto, teniendo como común denominador que aparecerá haciendo “pucheros”, o simulando un beso, porque al parecer ésta es una expresión de sensualidad. Si esa semana no comió hamburguesas en las esquina de su casa, esa mini dieta la estimulará a fotografiarse cuerpo completo con el “abdomen” al descubierto, en casi todas saldrá como Barney, y no sólo porque está lejos de tenerlo definido, sino por lo morada de tanto aguantar la respiración al intentar ocultar el robo que le hizo al muñeco Michelín.
Mi intención no es destruirle el amor propio a nadie, pero creo que cada quien debería estar consciente de hasta dónde puede llegar o hasta dónde puede mostrar, deje que la gente se burle de usted por iniciativa propia, no con su ayuda. Recordemos que el propósito de esta página es ver y ser visto, así que como usted revisa las fotos de las demás (hasta de las que ni siquiera tiene de contacto) para subirse (o bajarse) la autoestima, para criticar, buscarle los defectos y minimizarle las virtudes (jamás se los alaba), otras están haciendo lo mismo con usted, consejo: no les dé semejante gusto.
Por otro lado, es como una puerta al pasado, ya que por ahí te encontrarás con personas que tienes años sin ver, las cuales dejaste atrás para dar paso a unas nuevas, es agradable al principio, te alimentan la nostalgia, hasta que te acosan con invitaciones a reencuentros a los cuales jamás asistirás porque muy pocas veces se concretan, quizás porque muchos están pensando lo mismo que tú, no quieren saber cómo estás ahora sino saber en quién te convertiste, si estás más feo, o más viejo, o más gorda, de ser así no querrás ir, si por el contrario evolucionaste de la mejor manera lo más seguro es que tú seas el organizador del evento, para mostrarle al que se burlaba de tus dientes torcidos las maravillas que hace la ortodoncia, o a la reina de carnaval que puede ser que la pubertad no estuvo de tu lado en esa época, pero en ésta la cirugía plástica sí; sin embargo, lo que notarás es que ya no tienen nada en común, puesto que esperan al que fuiste una vez y ya no eres, entendiendo al fin que el pasado es mejor dejarlo donde está.
Ahora le veo otro significado a ese “¿qué estás pensando?”, si, ¿en qué se está pensando?, se ha convertido a esa red en un cúmulo de chismes, ansiedad por conocer lo que piensan los unos de los otros, preocupados por la imagen que quieren proyectar, por hacerles ver a los demás que son o sienten algo que probablemente no están ni cerca de ser ni de sentir, olvidándose de vivir para y por sí mismos. Medítenlo, porque es más fácil complacernos a nosotros que a los demás, no importa cuánto se esfuerce siempre le encontrarán un punto digno de criticar, pero como dije antes, es mejor que los demás lo hagan por su cuenta y sin nuestra ayuda, no le dé razones para ser centro de comentarios, aunque usted crea que está ganando, es todo lo contrario.
No hay comentarios:
Publicar un comentario